El 22 de febrero del 2022 se dio a conocer que las jugadoras de la Selección Femenil de futbol estadounidense cerraron un acuerdo con la Federación de Futbol de Estados Unidos por 24 millones de dólares. Dicho trato es producto de una demanda colectiva para llegar a una igualdad salarial respecto al combinado varonil. Además, la organización se comprometió a igualar la tasa salarial en los clubes representantes varoniles y femeniles.
El acuerdo entregará 22 millones de dólares, de los cuales el 90% será para las jugadoras. El dinero será repartido de manera propuesta por las representantes estadounidenses y estará el Tribunal de Distrito como aval. El resto de la suma será donado a campañas de apoyo y promoción del futbol femenil en el país. Además, el organismo pagará dos millones de dólares como indemnización. El objetivo de este aumento es beneficiar a las futbolistas en actividades posteriores a su retiro de las canchas. Cada integrante del seleccionado tiene la posibilidad de solicitar hasta 50 mil dólares.
Antecedentes
El malestar que fue antecesor a esta resolución jurídica fue en 2016, cuando cinco integrases de la selección de “las barras y las estrellas” presentaron una queja ante la Comisión de Oportunidades e Igualdad en el Empleo de Estados Unidos. Para el 8 de marzo de 2019, la demanda en busca de mejores condiciones salariales se puso en marcha.
Esta victoria se suma a la que consiguieron al inicio de febrero las jugadoras de la Liga Nacional de Futbol Femenil (NWSL por sus siglas en inglés). En dicho trato las atletas se les garantizaba mejores condiciones de trabajo como: establecer que el salario mínimo sea de 35 mil dólares, lo cual equivale a un 60% más que el anterior e irá aumentando 4% cada año. Además, contarán con fondo para el retiro, licencias por maternidad y salud mental.
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